Esto comienza años atrás cuando nos encontrabamos en el CBTa Salvatrucha, una escuela ordinaria con tipos ordinarios haciendo lo ordinariamente común entre escuelantes como decía el ruco en sus buenos tiempos de estúpidez. Como todo buen CBTiense me ponía a platicar sobre los problemas de los demás y trataba de darles solución, como aquel día que pelón nos confesaba q mantenía relaciones con su pareja sin protección y no se embarazaba, como todo sabio en la materia le comenté dog, eres prepotente, mejor mochatela, no te sirve pa nada.
Los días pasaban, todos ellos con el temor de toparnos con el «Escuadra». El escuadra era un juareño como todos los juareños, gracias a Chris Rock el reggaeton en esos tiempos no era tan mediocremente seguido como lo es ahora, pero igual era un gusto para este tipo de gente.
En nuestro salón estaba el Wero, el Tony, un tipo alto delgado, hermano de Magie. Todos lo conocíamos, alegre, buen delantero, vivía a unas cuadras de ahí. Pues resulta que el «Escuadra» lo agarro de bajada, a cada rato se le bañaba, le ponchaba los balones y así.
Este tipo era maldito, se valía de su juareñez para aprovecharse de los demás. Todos estaban hasta el tope de el. Un día nos quedamos todos y decidimos hacerle bolita y partirle toda la cara al tipo. Si, decía alegre Carballo, hacemos bolita y q lo golpee Bibriesca, Bibriesca que era el Rambo del salón decía si, yo me lo madr*o.
Mientras planeabamos, yo me paré de ahí y patee una coca de lata que había cerca, la patee con fuerza como si odiara a la lata por ser una estúpida lata de coca, esta fue a parar como a 15 mts de la zona, todos se quedaron impresionados de mi coraje, decían, ya con este vato la armamos si se pone a patear. Joer! xD! llega el «Escuadra» y me dice, pa que pateas mi coca wey!
Yo le dije con mi gran hombría que me caracteriza y por la cual cautive a mi novia…
-Pues para que la pones ahí p*ndej*
El escuadra mira para atrás de mi y como q sintió un cosquilleo en el * y solo le hizo mcht, en señal de chinguetas. Joder! era el heróe del salón, que Rambibriesca ni que nada, total.
Nos fuimos a alcanzar al «Escuadra» y allá el Rambibriesca le canta el tiro, al final el «Escuadra» se echó pa’tras y no pasó de un empujonsito.
Vale, de saber q todo se arreglaba así, de cuando le hubiera tirado una lata de coca al que me provocase.
Da Blog 